Somos una cultura de supersticiones, de agüeros y de creencias que vienen del campo y que aún sobreviven en la realidad moderna.
En las montañas de Colombia, se ha relacionado con signos de malos presagios, posibles tragedias y acontecimientos terribles a una especie de ave que se le conoce como el Trespiés o Crespín y se le tilda como un ave de mal agüero, ya que muchos campesinos relacionan su canto con una advertencia: “Alguien cercano está a punto de morir”.